El Banco de España ha mejorado sus perspectivas de crecimiento para 2019, elevándolas hasta el 2,4% desde el 2,2% previsto en marzo.
La razón de este repunte es el hecho de que la economía ha demostrado «más fuerza de la prevista», dijo Óscar Arce, jefe de investigación del Banco de España, en una conferencia de prensa el viernes.
A partir de ahora, el ritmo de crecimiento se desacelerará gradualmente, según el supervisor, que también advirtió sobre los riesgos para el mercado laboral derivados del aumento del salario mínimo y de factores externos que podrían perjudicar a la economía, como el creciente proteccionismo, Brexit, y las dudas sobre la economía china.
El Banco de España ha calculado que el aumento salarial del 22,3% introducido por el Gobierno de Pedro Sánchez podría suponer la pérdida de unos 125.000 puestos de trabajo. Arce dijo que el supervisor, que ha enfrentado críticas del gobierno sobre esta estimación, utilizó un método de cálculo respaldado por una prestigiosa publicación académica para llegar al número. Pero Arce admitió que no hay certeza porque los cálculos se hicieron extrapolando las cifras de 2017. «No tenemos una bola de cristal», dijo.
Arce también admitió que las cifras de empleo han sido mejores de lo esperado, pero dijo que la economía española se ve afectada por muchos otros factores además de los salarios.
A pesar de la desaceleración mundial, la economía española ha superado las expectativas gracias al gasto público y a la fuerte demanda interna. Durante el segundo semestre del año, el supervisor espera un crecimiento más lento debido a la disminución de las exportaciones y del precio del petróleo. Pero los costes de financiación se reducirán, lo que favorecerá un crecimiento continuo.
El Banco de España espera que el actual período de expansión se extienda hasta 2021 gracias a una competitividad sostenida, al sector privado y a una política monetaria favorable. Y «en ausencia de nuevos acontecimientos adversos en los próximos trimestres, los mercados de exportación se recuperarán en cierta medida».
Pero «un alto grado de incertidumbre global» llevará finalmente a un menor consumo de los hogares y a una menor inversión. «En consecuencia, se espera que después de la cifra del 2,6% registrada en 2018, el crecimiento del PIB disminuya hasta el 2,4% en 2019, el 1,9% en 2020 y el 1,7% en 2021».
El supervisor también advierte que aunque el déficit público se está reduciendo gracias al crecimiento económico, el déficit estructural – corregido por las fluctuaciones y las medidas puntuales – se mantendrá «en niveles muy altos». Esta semana, Bruselas anunció que planea sacar a España del Procedimiento de Déficit Excesivo después de una década en el programa, pero advirtió que vigilará la evolución de su deuda pública y sus niveles de déficit.