La POLICÍA en España se ha visto obligada a liberar a tres lituanos después de haberlos capturado tratando de «pasar de contrabando» algo menos de un millón de euros en efectivo.
El trío fue atrapado con el dinero después de que el conductor del grupo estrellara la autocaravana en la que viajaban por la A-92 en Granada en dirección a Málaga.
Algunas de las facturas se esparcieron por la carretera cuando los agentes llegaron al lugar, mientras que el conductor -que dio positivo en las pruebas de drogas y alcohol- fue encontrado fuera del vehículo.
El trío, uno de los cuales vive en Málaga, fue llevado a un hospital cercano donde fueron tratados por lesiones menores.
Los investigadores creen que viajaban en una furgoneta básica para «pasar desapercibidos».
En sus declaraciones policiales, los ciudadanos lituanos, dos hombres y una mujer de 41, 45 y 35 años, negaron que el dinero fuera de ellos y dijeron que no tenían conocimiento de a quién pertenecía.
Ninguno de los tres ha sido arrestado y sólo se enfrenta a una infracción administrativa por no haber solicitado permiso para viajar con esa cantidad de dinero en efectivo.
Cualquier persona que mueva más de 100.000 euros en efectivo dentro del país debe declararlo al Ministerio de Economía y Finanzas.
El propietario del millón de euros debe rellenar un formulario de declaración S1 dirigido a la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias.
Si no lo hace, se le aplicará una penalización que oscilará entre 600 y el 50% del dinero confiscado, en este caso casi 500.000 euros.
En la mayoría de los casos, sin embargo, se aplica una multa menor.
Sin embargo, el origen legal del efectivo debe ser demostrado antes de que los impuestos, si los hubiere, sean aplicados por el estado.
Si no se puede demostrar el origen legal del dinero, éste permanecerá en manos del Tesoro Público.
Aquí es donde permanecerá el casi millón de euros hasta que alguien pueda demostrar que es suyo y que procede de ingresos legales.