Escoger un edredón es algo fundamental para poder conciliar el sueño y adaptarlo a cada una de las temporadas del año resulta igual de importante. Muy caliente, muy frío, en ocasiones resulta complicado hallar el equilibrio. Mientras más se acerca el invierno puede que sea prudente invertir en edredones que se logren adaptar adecuadamente a la bajada de las temperaturas, lo que va a mantener la calidez y va a garantizar una calidad de sueño óptima.
Pero, ¿Cómo se puede escoger el mejor edredón? Peso, calidez, precios, relleno. En la actualidad, hay una increíble variedad de modelos disponibles en el mercado que han sido diseñados para satisfacer las distintas expectativas de los clientes. No obstante, rápidamente puede resultar complejo ubicarse entre todas las alternativas y el profundo vocabulario técnico.
No tienes nada de qué preocuparte, hay soluciones que se adaptan a las exigencias de todos los clientes y eso te lo vamos a demostrar en las siguientes líneas. Vamos a ello.
Características a tomar en consideración al escoger un edredón
Luego de haber determinado las dimensiones correctas del edredón que debe adquirir para la cama, son varios los aspectos que deben ser considerados para lograr dar con una elección correcta. Estas características son sumamente importantes al momento de seleccionar un edredón para el invierno, pero también resultan igual de útiles para escoger un edredón de verano o de los populares “4 estaciones”.
Importancia del relleno
¿Este debería ser sintético o natural? Cuando hacemos referencia a los edredones nórdicos existen dos categorías principales que son las ya anteriormente mencionadas.
La primera de ellas, es decir, las sintéticas, es una variante elaborada a partir de fibras de poliéster que en ocasiones incluso puede llegar a ser reciclada. Este tipo de edredones tienden a presentar un precio mucho más accesible, pero una calidad inferior. Sobre esta categoría podemos llegar a mencionar distintos tipos de fibras como las siguientes:
- Microfibras.
- Fibras sólidas.
- Fibras huecas siliconadas.
- Fibras huecas.
Algunas de estas ofrecen un confort muy superior en comparación a las otras, pero van a resultar menos eficientes en términos generales, así como menos duraderas si se comparan con los edredones naturales. No obstante, además de su atractivo precio, presentan la ventaja de ser una opción más que rentable para los clientes alérgicos.
En lo que se refiere a los edredones naturales, como seguramente ya lo podrás intuir, hay múltiples opciones de relleno. Entre los principales tipos que se pueden encontrar en el mercado podemos mencionar los siguientes:
- Seda.
- Lyocell.
- Lana.
- Plumón.
- Plumas de pato o de ganso.
Sin lugar a dudas, el lyocell es una de las alternativas más sensatas puesto que, además de presentarse como una solución sostenible y natural, el también conocido como Tencel es respetuoso con la naturaleza y no perjudica a ninguna especie animal. Además de esto, presenta propiedades antibacterianas, por lo que va a resultar perfectamente adecuada para aquellas pieles que son sumamente sensibles.
Las fundas
En cuanto al contacto directo con la piel, de igual forma a como ocurre con los pijamas, las fundas nórdicas pueden llegar a presentar un impacto considerable sobre las sensaciones que se perciben al contacto con el mismo edredón. Acá el material escogido para las cubiertas también puede llegar a influir sobre la pérdida de calor o la retención del mismo.
En términos generales, los edredones de algodón tienden a presentar una popularidad muy superior. No obstante, son muchas las opciones como el bambú o la seda, y cada una de ellas presenta sus ventajas propias.
El algodón continúa coronándose como el ganador indiscutible en este campo, tanto en lo que se refiere a los términos de autorregulación como en cuanto a comodidad. Sí, es muy utilizado para las fundas nórdicas, pero es necesario tomar en consideración que no todos estos algodones son iguales. En este caso es preferible escoger un 100% de algodón orgánico que no haya sido sometido a tratamientos químicos.
Finalmente, el cosido que va a designar las costuras que van a encontrarse presentes sobre la funda nórdica también van a marcar su grado de importancia en la elección. Esto dado a que va a servir particularmente para mantener en su lugar el relleno, teniendo un impacto sobre la capacidad del edredón en cuanto a la retención del calor y del loft.
Índice de calidez y peso de los edredones
Probablemente, este va a ser uno de los principales aspectos a estudiar al momento de escoger un edredón para dormir bien a gusto, el índice de calidez del mismo. Este tiende a ser medido según una escala que se compone de cuatro niveles diferentes:
- Edredones nórdicos ligeros: Por lo general no son adecuados para la temporada invernal a menos de que se presente una gran sensibilidad al frío y el dormitorio no cuente con calefacción.
- Edredones nórdicos cálidos: Ideal para las personas que no sienten demasiado frío o que cuentan con habitaciones templadas.
- Edredones cálidos: Enfocados para aquellas personas que les agrada la idea de dormir con gran calidez o para las habitaciones que no gozan de un óptimo sistema de calefacción.
- Edredones pro cálidos: Una opción que ha sido destinada para las personas que presentan una alta sensibilidad ante el frío o calefacciones que no disponen de calefacción.
El peso de los edredones se encuentra relacionado estrechamente con el conocido índice de calor, mismo que corresponde a la densidad del relleno y condiciona la capacidad que tiene el edredón para retener el calor. Por lo general estos van desde los 125 gramos por metro cuadrado hasta los 500 gramos por metro cuadrado.
Mientras mayor resulte la densidad, mayor va a ser la calidez del edredón, pero los gramajes no van a ser iguales para edredones sintéticos y naturales. De hecho, el gramaje va a depender mucho de la composición del relleno.