Desde hace tiempo, las llamadas gubernamentales para realizar políticas sostenibles son cada vez más insistentes. Pero esto es algo que no deja de lado a la ciudadanía. Muchos apuestan cada vez más por pasatiempos que muestran una mayor preocupación por el medioambiente, como aquellos que disfrutan del bricolaje en sus horas libres.
Un pasatiempo lleno de ventajas
El bricolaje se suele centrar en el ámbito doméstico, y es que hay muchos recursos para el hogar que a veces pasan desapercibidos. Lo cierto es que llevar a cabo mejoras en casa sin tener que consumir nuevas materias primas o acudir a profesionales es algo que está cada vez más en boga.
Tareas como reparar un mueble con un poco de cola especial para madera es algo que resulta tan sencillo como económico y, lo más importante, sostenible. Sí, reparar y reutilizar es el primer recurso que todos los consumidores deben tener en mente de cara a evitar el consumo innecesario. Así, es posible reducir la huella de carbono que nos está lastrando para cumplir los objetivos medioambientales que todos queremos alcanzar.
En este sentido, son muchas las tareas que se pueden llevar a cabo en el hogar. Al margen de la reparación de muebles que ya hemos citado, hay otras tales como:
- la reutilización de desechos orgánicos,
- el filtrado de agua de lluvia,
- la reparación de electrodomésticos.
Las empresas también buscan la sostenibilidad
Las empresas no se han quedado fuera de esta tendencia. Por ejemplo, son muchas las que se encargan de proveer de materiales a los manitas que deciden reutilizar y reparar, haciendo así una apuesta decidida por un consumo más responsable.
Una parte importante de los electrodomésticos de casa y otros dispositivos eléctricos están pensados para consumir cada vez menos, algo que se ve reflejado en las certificaciones energéticas. No obstante, la tendencia va cada vez más lejos: muchas empresas se dedican a vender solo productos elaborados con materiales obtenidos de forma sostenible y fabricados de manera completamente responsable para evitar que las emisiones de carbono y otros problemas similares, como la deforestación, aumenten aún más.
Así, gracias a que el impacto de estas compañías se reduce, las medidas empiezan a dar resultado y, al mismo tiempo, la reputación de las empresas mejora de cara a esos usuarios que están preocupados por la ecología.
El uso de los recursos es clave
Como han señalado las organizaciones internacionales en el Día Internacional de los Bosques, los recursos naturales no pueden seguir perdiéndose, ya que son esenciales para todas las formas de vida que pueblan la tierra, incluidos nosotros.
Si nos centramos en un recurso como la madera, hasta no hace demasiado esta se obtenía de fuentes que ponían en riesgo la existencia de muchos ecosistemas. Esto poco a poco se está acabando, bien por conciencia de las empresas y los usuarios, bien por imposiciones legales.
Actualmente, las maderas que llenan los estantes de muchos espacios comerciales dedicados al sector del bricolaje vienen directamente de fuentes que han sido pensadas y creadas para nutrir al sector. Es decir, no se talan árboles ni bosques naturales que equilibran el ecosistema, sino que se apuesta directamente por cultivar especies que dan madera rápido y que solo se hacen crecer con este objetivo.
Hay otras compañías que, además, crean reservas naturales a la par que abastecen de materias primas los mercados en los que se buscan sus productos. Esta es otra forma de reducir el impacto de esta actividad consiguiendo mejores resultados.
En definitiva, el bricolaje es uno de los pasatiempos que más pueden hacer por reducir el consumo desmedido de materias primas. Reparar, reutilizar, renovar viejos muebles o instalaciones y apostar por materiales sostenibles está al alcance de todos.