Podemos decir que los Aztecas eran un Estado de carácter teocrático. Se considera así porque precisamente el emperador era de origen divino, siendo los sacerdotes los que cumplían las funciones políticas más importantes a partir de numerosos cargos.
Eran estos, además, los dueños absolutos del conocimiento, básicamente de medicina, astronomía y escritura. El resto de la población no tenía acceso a estos conocimientos, en todo caso eran otras sus funciones llevada más a la artesanía, el cuidado y “educación” de los hijos (en el caso de las mujeres), entre otras actividades “menores”, pero jamás el acceso a las ya mencionadas.
Era muy común los juegos rituales y diversas ceremonias entre los Aztecas, éstas eran organizadas exclusivamente por los sacerdotes, de los que solo participaban las personas de la nobleza, tal como el juego de la pelota u otros semejantes. Aunque sí era obligatorio que toda la población cumpliera otros ritos, tal como los entierros, el matrimonio y los nacimientos. Para dar cumplimento a estas normas, los sacerdotes eran los responsables de hacer que éstas se ejecutarán.
Existían diversas leyes cuyos castigos podrían variar según la infracción o delito cometido. Si cometes asesinato, adulterio, violación, traición o aborto, se castigaban con la muerte. El adulterio era básicamente para las mujeres, la cuál era estrangulada hasta la muerte. Otro delito que era castigado era la embriaguez, los únicos que podían acceder a tal estado eran los ancianos y los guerreros, de otra manera podrías recibir la pena de muerte o un rapado de cabeza.
Triple alianza
La organización política de los aztecas iba de la mano de una organización militar con grandes estrategias que aseguraban el poder en todo el territorio de Mesoamérica. Éstos, lograron someter a muchos pueblos ante su imperio a partir de un sistema tributario en especies, siendo funcionarios diversos los que controlaban tal proeza.
Su organización política giraba en torno a la coalición de tres ciudades/estados: Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan, como plataforma nombrada Triple Alianza. A partir de acá surgieron diversas batallas de conquista con la que lograron expandirse siendo de igual manera Tenochtitlán el más dominante de los tres.
Estos cargos asignados por la Triple Alianza a modo de imposición fueron de una u otra forma parte del arraigo que dio pie a esa ruptura con los conquistadores, pues muchos de estos pueblos ayudaron a éstos a derrotar el imperio Azteca. Todo gracias a ese resentimiento por parte de estos pues quiénes fueron sometidos.
Jerarquías y organización política
Los Aztecas tenían quizás una de las más grandes organizaciones tanto política, económica y social de toda Mesoamérica. Pese a los sacrificios y algunos otros tantos detalles que para muchos de su propia cultura no era más que un pueblo sometido que quería liberarse, fueron sin duda meticulosos con un gran poderío y una organización inigualable.
A continuación, la jerarquización fundamentada por el imperio Azteca para su organización política:
Huey Tlatoani (Emperador / Gran orador):
El Huey Tlatoani tenía los cargos más importantes del imperio azteca, a partir de funciones militares y religiosas. Este cargo se obtenía dada la herencia de un padre a un hijo o hermano. Todas las facultades que contenía, además de militares y religiosas, también comerciales, sociales y políticas. También impulsan el crecimiento del territorio a partir de guerras con el fin de conquistar otras tierras.
Tlatocán (Consejo Supremo):
Éstos, estaban integrados por miembros de la nobleza de la burocracia azteca, o en su defecto, familiares cercanos de los Tlatoani. Todos ellos con el fin de apoyar al Emperador a la toma de decisiones gubernamentales.
Cihuacóatl (jefe de los Sacerdotes):
Era esta la persona de confianza del Huey Tlatoani. Podría incluso relevarle durante la ausencia de este para tomar decisiones o simplemente cumplir sus funciones. Se encargaba, además, de presentar las reuniones del Tlatocan siempre que así fuera necesario, siempre representando al Emperador.
Tlacochcálcatl y Tlacatécatl:
Era éste el encargado de organizar al ejército para ir a la guerra. Establecía las estrategias y técnicas necesarias, dirigía la guerra. Habría derrota o victoria, era éste el responsable. Podríamos decir que es el equivalente a lo que ahora conocemos como general. Era, pues, el líder de las batallas.
Huitzncahuatlailótlac y Tizociahuácatl
Como los aztecas eran un imperio con una increíble organización, tenían también unos jueces principales, estos eran ellos, los Huitzncahuatlailótlac y los Tizociahuácatl.
Tlatoani (Gobernante / Orador):
En cada ciudad principal se encontraba un Tlatoani. Éste tenía poder tanto militar, como civil y religioso. Evidentemente se encontraba sujeto a las decisiones del Emperador. Generalmente éstos pertenecían a la nobleza.
Tecuhtli (Señor / Fiscales Tributarios):
Existían los pagos de impuestos en el imperio aztecas. Quiénes se encargaban de que esto ocurriera de una manera correcta, eran los Tecuhtli. Ejercían, entonces, cargos administrativos. Su objetivo era organizar sus dominios y a todas las personas que allí residían. Tenían a su vez a alguien más por encima de ellos, al Tlatoani a quién servían si éste así lo requería.
Calpullec:
Estos se conformaban por los diversos jefes de los calpullis. Éstos, un tanto más complejos, se transigen por diversos linajes emparentados entre sí según su linaje (antepasado común), por lo general un dios tribal. Las funciones de estos eran diversas. Especializados en actividades artesanales o a fines.
Posiciones sociales de los aztecas
Toda sociedad o grupo de personas necesitan, de una u otra forma, una organización, que en mayor o menor medida dependen de la política y la economía principalmente. En el caso de los aztecas, se distinguían por dos grupos sociales, tales como los pilli y los macehuales. Los primeros, también llamados nobles, eran los conformados por sacerdotes, guerreros y los que tenían funciones gubernamentales. Éstos, dueños de casi todas las tierras, controlaban al Estado sin necesidad de pagar tributo alguno.
Además de los que ya hemos mencionado que formaban parte de la nobleza y a que a su vez ocupaban cargos políticos, tenemos también los siguientes:
Pilli (Hijo del Tecuhtli)
Todo el que nacía dentro de una familia noble podría ser pilli. Tenían tierras en las propiedades de su Tecuhtli, podían proceder como embajadores e incluso administradores de la justicia, así como también colectores de los tributos.
Noble águila
Se le llamaba noble águila a toda aquella persona que, siendo común, podría llegar a la nobleza, esto a partir de un ascenso. Aunque tendrán siempre como recuerdo el hecho de que fueron nobles, sus hijos serían Pilli desde que nacieran. Éstos estarían desde entonces libres del pago de los tributos.
Telpochtli
Los Aztecas, como bien hemos dicho, lograron todo este imperio a partir de una gran organización y fuerza militar. Los Telpochtli eran los jóvenes estudiantes aspirantes a la fuerza armada. Eran los que estarían siendo entrenados para las guerras.
Los aztecas
Líderes del conocimiento como medicina, astronomía y escritura.
Los castigos eran la muerte por estos delitos asesinato, adulterio, violación, traición y aborto.
Existia la triple alianza que era Tenochtitlan, Texcoco y tlacopan.
Los aztecas fueron grandes políticos e incluso estuvieron junto la fuerza armada, sinceramente era en esos tiempos algo bien su política.