Cuando diseñamos cualquier ambiente, pensamos en que este pueda cumplir por completo con su función principal. En el hogar, por ejemplo, un dormitorio debe ser cálido, cómodo y acogedor, o un salón, pretendemos que sea elegante, moderno, y a la vez, funcional. Lo mismo hay que pensar cuando corresponde diseñar una oficina, ya que este ambiente debe ser motivador e impulsar la creatividad y productividad de quienes en ella van a trabajar.
Lo primero que hay que hacer para emprender un proceso de diseño de un espacio laboral, es acudir a una tienda de mobiliario de oficina que tenga una amplia gama de opciones para elegir. Las mismas deben tener características y prestaciones apropiadas para brindar confort, ergonomía y alta estética.
Hacerlo de la forma correcta, pensando en su distribución, elección de materiales y los mejores diseños de muebles, contribuirá a mejorar la experiencia laboral de todos los empleados. En consecuencia, el trabajo desempeñado será de mayor calidad y ayudará a elevar los niveles de productividad de todos.
¿En qué consiste el diseño de oficinas?
Básicamente, se trata de crear espacios agradables que faciliten un trabajo productivo. Debe haber campo para la creatividad y también para que cada empleado pueda personalizar su propia zona. Es importante adecuar el ambiente para que todos puedan sentirlo como suyo y no como alguien que visita el lugar.
Al respecto es necesario atender a dos grandes criterios: diseño y funcionalidad. Estos espacios tienen el poder de impactar en diversos factores del equipo que vaya a desempeñar sus tareas, como pueden ser la salud, el proceso colaborativo, propósitos individuales y colectivos, inclusión, entre otros.
Aspectos como el color, el diseño del mobiliario, que sea ergonómico, bonito y de calidad; así como la iluminación o los detalles decorativos, entre otros, deben cuidarse de forma minuciosa para que todo el espacio cumpla con los objetivos planteados.
La importancia suprema del mobiliario
El mobiliario que se instale en una oficina debe cumplir con 4 características principales:
- Ergonomía: tanto sillas como escritorios deben tener la forma ideal para ayudar a que el usuario mantenga una postura adecuada. Hay que recordar que son muchas las horas que una persona dedica a su trabajo y si este pasa la mayoría del tiempo sentado, es muy importante conservar la salud de espalda, lumbares, hombros, cuello y espalda.
Sillas con alturas movibles, apoyabrazos y bien acolchadas, son las mejores opciones, así como también escritorios con alturas recomendables, buen espacio para meter los pies y tamaño correcto para mantener todo debidamente organizado.
- Comodidad y buena adaptación: solicitar muebles hechos a medida puede ser la mejor idea para que todo el ambiente quede perfectamente adaptado a lo que se pretenda y necesite para la oficina. Es necesario que estos se adapten al modelo de negocio y no al revés.
- Buena capacidad de almacenamiento: porque no solo se trata de sillas y escritorios, es importante elegir muebles que faciliten la posibilidad de archivar documentos y demás materiales. Por supuesto, esto también dependerá mucho del tipo de trabajo.
- Materiales de calidad: debes pensar en el uso que le darás a cada pieza, para determinar cuáles son los mejores materiales que pueden soportar la carga de trabajo. Deben ser resistentes, duraderos, robustos y que garanticen que se mantendrán en buen estado y con un excelente aspecto por mucho tiempo.
La iluminación cuenta mucho
Otro de los factores esenciales en una oficina es la iluminación. Lo que los expertos recomiendan es que esta sea homogénea y uniforme en todo el espacio. A la vez, es ideal que haya iluminación focal en cada escritorio o zona de trabajo, para que cada persona la pueda adaptar de acuerdo a sus necesidades particulares.
Además, es esencial aprovechar todo lo posible la luz natural que pueda entrar en este espacio, ya que es muy beneficiosa y efectiva.
El efecto del color
Otro aspecto a tener en cuenta porque repercute en el estado de ánimo de los trabajadores son los colores a aplicar en las paredes o los que elijamos para el mobiliario. Las tendencias y recomendaciones indican que los tonos neutros son los mejores, porque no distraen, y a la vez, son elegantes. Esto no limita la selección de otros tonos para crear contrastes y personalizar la imagen de todo el ambiente.