El referéndum de octubre de 2017 fue aprobado con un apoyo abrumador, con un 92% a favor y una participación del 43% del electorado.
Sin embargo, España ya había declarado inconstitucional el referéndum y algunos observadores dijeron que el voto no cumplió con los estándares internacionales para las elecciones.
Grandes protestas independentistas han tenido lugar en Cataluña y en algunas ciudades europeas, pero la marcha del sábado fue la primera gran protesta separatista en la capital.
Los 120.000 espectadores citados por los organizadores superaron con creces las expectativas.
No hubo informes de violencia en la marcha.
Una pancarta que decía «La autodeterminación no es un crimen» abrió la manifestación, que fue liderada por políticos catalanes y organizada por más de 60 grupos de la sociedad civil en toda España.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, dijo a los periodistas que la marcha era necesaria para denunciar un juicio que ha calificado de «farsa».
España ha insistido en que el proceso judicial es justo y que sus tribunales son totalmente independientes del gobierno, pero los críticos del proceso creen que los 12 acusados son prisioneros políticos que están siendo juzgados por sus creencias.
El juicio está a punto de comenzar la quinta semana de audiencias y ha atraído mucha atención en todo el país.
Los medios de comunicación han estado transmitiendo largos testimonios en vivo de los acusados y los testigos del juicio y las emisoras de radio han organizado debates en profundidad sobre las estrategias de enjuiciamiento.
No se espera una sentencia hasta después de las elecciones generales del 28 de abril en España, en las que las cuestiones de la independencia catalana y la unidad española se han convertido en temas importantes para los votantes.
