Tres partidos políticos de derecha llegaron el martes a un acuerdo para elegir al nuevo presidente de la Comunidad de Madrid, una medida que podría allanar el camino para que no sólo se vote a un nuevo primer ministro, sino también al alcalde del Ayuntamiento de Madrid. El conservador Partido Popular (PP), los Ciudadanos de centro-derecha y los Vox de extrema derecha han prestado su apoyo a Juan Trinidad, de Ciudadanos, como la persona que presidirá la asamblea regional en la próxima legislatura.
En las elecciones generales del 28 de abril, el Partido Socialista (PSOE) obtuvo la mayoría de los votos, pero no obtuvo la mayoría en el Congreso, la cámara baja del Parlamento español. Un «súper domingo» de elecciones europeas, regionales y municipales del 26 de mayo dejó un escenario igualmente incierto, con el PSOE, el PP, los ciudadanos, la izquierda Podemos y Vox ahora en discusiones sobre la formación de gobiernos -nacionales, regionales y locales- en toda España.
En la asamblea regional de Madrid, el PSOE obtuvo la mayoría de los votos, pero con 37 escaños quedó muy por debajo de una mayoría de 67. El resultado más probable es un gobierno formado con los votos del PP (30 escaños), Ciudadanos (26) y Vox (12). El PP ha estado en el poder en la asamblea regional ininterrumpidamente desde 1995.
Pero hasta ahora las negociaciones entre estos tres partidos de derecha han sido tensas.
La sesión parlamentaria del martes en la Asamblea Regional de Madrid comenzó sin que se anunciara oficialmente un acuerdo sobre la elección del presidente. Pero al final la compleja aritmética forzó las manos de los partidos, dado que Ciudadanos iba a ser incapaz de asegurar el papel de orador sin los votos de Vox, ni Vox iba a poder conseguir un lugar en el comité de oradores -el órgano que supervisa la asamblea regional- sin el apoyo de Ciudadanos.
Por su parte, Vox afirma haber llegado a un acuerdo bilateral con el PP para apoyar la investidura de su candidata, Isabel Díaz Ayuso, como primera mandataria regional. Dice que el acuerdo incluiría un lugar para Vox dentro del ejecutivo. Eso fue según la candidata de Vox para el estreno en Madrid, Rocío Monasterio, quien el martes dio a Ciudadanos 15 días para firmar el acuerdo. El PP aún no ha ofrecido su versión de ese preacuerdo. El nuevo primer ministro regional se votará el 11 de julio; de lo contrario, se celebrarán nuevas elecciones.
Las negociaciones entre los tres partidos de derecha se han complicado por el hecho de que el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, no ha querido que su grupo se siente a negociar directamente con la extrema derecha Vox, liderada por Santiago Abascal. Es más, el comité nacional de Ciudadanos votó el 3 de junio que no compartiría un ejecutivo con Vox en ningún gobierno.
El acuerdo con Andalucía
El PP, Ciudadanos y Vox lograron un acuerdo tras las inconclusas elecciones regionales de diciembre en Andalucía, en las que estos dos últimos partidos prestaron su apoyo a la formación de un gobierno liderado por el PP, poniendo fin a 36 años de gobierno ininterrumpido del PSOE. Pero Rivera no ha estado dispuesto a comprometerse con un acuerdo similar después de las recientes encuestas, optando en cambio por un enfoque a la medida, mientras que al mismo tiempo Vox ha estado exigiendo un lugar en la mesa y conversaciones a tres bandas.
Al final, no hubo tal reunión a tres bandas antes de la votación del martes sobre el orador regional de Madrid, pero los representantes de Vox y Ciudadanos se reunieron el martes por la mañana. Sólo la posibilidad de que el PSOE acabara en el control del comité de presidentes logró convencer a los grupos de que llegaran a un acuerdo entre el bloque de derechas.
Ahora que el presidente y el comité de presidentes han sido decididos en las Cortes de Madrid, esto debería allanar el camino para que los tres partidos de derechas lleguen a un acuerdo en el Ayuntamiento de Madrid. La actual alcaldesa, Manuela Carmena, de la izquierda Más Madrid, obtuvo la mayoría de los votos en las urnas del 26 de mayo, pero de nuevo no obtuvo la mayoría. El PP, Ciudadanos y Vox podrían una vez más unir sus fuerzas para votar por un nuevo alcalde, algo que está previsto que ocurra este sábado. El principal escollo entre los tres grupos en este caso es quién debería ser: Ciudadanos está presionando a su propia candidata, Begoña Villacís.