La mayoría de las veces la ansiedad y la depresión se presentan juntas en la misma persona. En algunas ocasiones teniendo algún trastorno de depresión se puede presentar síntomas de ansiedad, sin embargo, predomina el estar deprimido. Y viceversa, en situaciones de personas que tienen ansiedad que a la larga presentan un estado de depresión por la misma sensación de agobio.
El estar ansioso por un examen de la escuela, por la emoción de una cita son situaciones totalmente normales de la vida diaria. Ejemplos de esto son sentirse triste porque un equipo de fútbol perdió o no se pudo adquirir un objeto que se deseaba, ya que se agotó.
Todo cambia cuando nos afecta directamente en nuestra funcionalidad y nuestra vida cotidiana. A tal punto de perder amistades, aislarse o tener insomnio por tantos pensamientos. Por ejemplo, se quiere descansar, pero no se puede porque comienzan a aparecer pensamientos negativos y agobiantes.
Por consecuencia, al día siguiente te sientes cansado, fatigado, y todo comienza a complicarse, lo que deriva muchas veces en ansiedad y depresión. Ya en este punto, lo ideal es consultar a un profesional, como en el caso de Psicopartner Madrid.
¿Qué es la ansiedad y la depresión?
Comprendemos ligeramente como se podría manifestar la ansiedad y la depresión, y cómo ambas pueden presentar simultáneamente. Pero conozcamos una definición más precisa de estos trastornos.
La ansiedad es una reacción sana y típica que se produce en respuesta a una amenaza o peligro. Esta se convierte en un trastorno cuando se suscita en situaciones que no son peligrosas o amenazantes, o cuando se produce de manera sostenida. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad hay episodios recurrentes de miedo o pánico intensos que alcanzan su punto máximo en minutos.
Estos sentimientos de ansiedad y miedo interfieren con las actividades diarias y son difíciles de manejar. Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son:
- Trastornos de ansiedad.
- Fobias determinadas.
- Trastornos de ansiedad como resultado de separaciones.
- Trastornos de ansiedad social, conocido también como fobia social.
La depresión puede conducir a una variedad de problemas físicos y emocionales, generando incluso deseos de alejarnos de familiares, amigos, trabajo y estudios.
Más que una tristeza pasajera, la depresión es una discapacidad de la que no se puede recuperar fácilmente, llegando a requerir tratamientos a largo plazo. También puede iniciar a cualquier edad, aunque su mayor prevalencia está entre los 15 y 45 años, clasificándose en tres categorías:
- Depresión mayor: Tiene un origen biológico o endógeno, con mayor componente genético y menor influencia externa.
- Depresión reactiva: Causada por una negativa adaptación a circunstancias ambientales inusuales.
- Distimia: Antes conocida como neurosis depresiva, se caracteriza por un cuadro depresivo de menor intensidad que los anteriores, con una progresión continua.
Causas
Ambos trastornos son generados por diferentes motivos y experiencias, entre las cuales algunas de las más destacadas son las que te vamos a presentar:
Ansiedad
No está muy claro qué causa los trastornos de ansiedad. Diversas experiencias de vida, como sucesos traumáticos o la presencia de rasgos heredados, son factores que realmente influyen mucho en su aparición.
La ansiedad en algunas personas puede estar relacionada con problemas de salud ocultos. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Algunos ejemplos serían:
- Diabetes
- Enfermedades cardíacas.
- Problemas de tiroides.
- Uso inadecuado de sustancias.
Depresión
La depresión es causada por la interacción de varios factores bioquímicos. Por lo general, estos son cambios hormonales o cambios en los neurotransmisores cerebrales como serotonina, noradrenalina y dopamina.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad o ciclos depresivos:
- Traumas: Los niños que han sido objeto de maltrato o trauma, o que han presenciado eventos traumáticos, corren un mayor riesgo de tener un trastorno de ansiedad en alguna ocasión en su vida.
- Acumulación de estrés: Un evento importante o acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva
- Personalidad: Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
Síntomas más comunes
Los síntomas de la ansiedad y los ciclos depresivos se pueden llegar a dividir en 2 grandes áreas que se relacionan entre sí:
- Sensaciones físicas: aceleración del ritmo cardíaco, temblores, inquietud motriz, dificultades para respirar o respirar rápido, mareo y sequedad de la boca.
- Pensamientos: Cuando hay mucha ansiedad o miedo, los pensamientos pueden «contaminarse» con estas emociones fuertes.
Aunque la depresión varía de una persona a otra, existen algunos indicios y síntomas comunes:
- Arrebatos emocionales sin causa aparente.
- Ausencias frecuentes.
- Conductas autoagresivas.
- Aislamiento social.
Tratamientos más frecuentes
Para la ansiedad y la depresión podríamos mencionar dos tratamientos médicos que, habitualmente, general resultados positivos en los pacientes:
Tratamiento psicológico
Se basa en la terapia cognitiva conductual (TCC) tiene como objetivo que la persona aprenda a afrontar las situaciones que le dan miedo o ansiedad.
Tratamiento farmacológico
Se hace uso de ansiolíticos, antidepresivos y demás fármacos coadyuvantes, como hormonas tiroideas, psicoestimulantes y carbonato de litio.
Psicoterapia
Ofrece seguridad, confianza, comprensión y apoyo emocional. Trata de corregir pensamientos distorsionados, explica la naturaleza temporal de las situaciones y las desdramatiza.
En conclusión, tanto la ansiedad como la depresión necesitan ser tratadas, las personas no deben cohibirse de buscar a un especialista de la salud mental. Acudir a un psicólogo o un psiquiatra no son sinónimos de sufrir demencia, todo lo contrario, es muestra de superación personal.