Sin duda las drogas han sido una de las sustancias que más producen adicción y dependencia a las personas que las consumen, y a pesar de que muchas son ilícitas y causan grandes daños a nuestro organismo, siguen siendo consumidas legal e ilegalmente en muchísimas partes del mundo.
¿Cómo afectan nuestro sistema nervioso?
Bien se sabe que las drogas pueden ser perjudiciales para nuestra salud física y mental. En general, alteran el funcionamiento del cerebro, modificando la producción, liberación o la degradación de los neurotransmisores cerebrales, lo que ocasiona una modificación en el proceso de intercomunicación neuronal.
Cuando los neurotransmisores son modificados fuertemente, hace que se produzcan cambios en el cerebro debido al desequilibrio químico.
Sin embargo, todas las drogas no causan el mismo efecto…
Efectos en nuestro sistema nervioso.
Estas pueden tener diversos efectos sobre el sistema nervioso, dependiendo de qué tipo sea, ya que existen drogas estimulantes, depresoras y alucinógenas.
Las drogas estimulantes tal y cómo lo dicen su nombre, aceleran y aumentan el funcionamiento normal del cerebro, causando un estado de activación.
Los efectos específicos de estas pueden variar dependiendo del tipo que sea:
- La Coca y la Cocaína: Elimina o reduce la sensación de cansancio y produce pérdida del sueño y del apetito. Aumenta el vigor y lucidez.
- Las anfetaminas: Estas están relacionadas con la adrenalina y la efedrina. Aumentan la energía, y producen un estado de alerta y euforia. También se reduce el hambre y sueño.
- El tabaco (Nicotina): Los efectos pueden ser una combinación de los excitantes con los depresores. Por lo general varían dependiendo del estado del consumidor.
Las drogas depresoras, por el contrario, son sustancias que suprimen la acción del sistema nervioso central, ocasionando una disminución de la actividad corporal.
Dentro de estas drogas se encuentran tres grandes familias, las cuales tienen diferentes efectos sobre el sistema nervioso:
- El Opio y sus derivados: Aquí se incluyen la heroína, la codeína, la metadona y algunas otras. Estas producen un estado de relajación, tranquilidad, falta de concentración e indiferencia.
- El Alcohol y sus derivados: Al ingerir pocas cantidades, puede generar actitudes eufóricas y ser un estimulante. Sin embargo, al aumentar las dosis causa un efecto depresor que puede ir en aumento, presentando riesgos de coma y paro cardiorespiratorio.
- Los Hipnóticos y Sedantes: Tienen el efecto de ocasionar somnolencia y un fuerte estado de relajación.
Y por último, las alucinógenas son las que causan distorsiones en la percepción de la realidad, alterando incluso las sensaciones de nuestro cuerpo.
Los efectos específicos varían en las dos familias:
- Cannabis: Altera la percepción, generando a su vez confusión, disminución de la memoria, somnolencia y relajación.
- Los alucinógenos: Producen una interferencia en la interacción de las células nerviosas y los neurotransmisores, por lo que altera la realidad, dando lugar a alucinaciones o delirios. Generan cambios en la conducta, comportamiento sexual y estado de ánimo, provocan confusión mental, disminución del apetito e hiperactividad.
Dependiendo de los niveles de consumo de estas sustancias, y qué tan frecuentes sean, serán las consecuencias generadas.
Los efectos y daños al organismo son muy diferentes entre un consumo puntual, a uno que sea con mucha regularidad o un caso de adicción.
Una persona adicta se verá afectada no solo por los daños físicos que generan cada tipo de sustancia, sino los efectos psicológicos, que son muchos, así como los sociales y económicos.
Sin embargo, a pesar de que haya tantas diferencias entre los tipos de drogas, y puedan causar diversos efectos en el sistema nervioso, en su mayoría también están relacionados.
Las drogas, en general, pueden manifestar daños neurológicos y psiquiátricos ya sea a corto o largo plazo dependiendo de la frecuencia del consumo.
Ocasionando en consumidores crónicos daños en la memoria, irritabilidad, incapacidad de concentración, aumento de la ansiedad y falta de motivación.
A nivel psiquiátrico, las posibilidades de que presenten trastornos psicóticos o síntomas paranoides son elevadas.
Y fuera de los daños al sistema nervioso, todas las drogas, o adicciones en general, van a ocasionar fuertes alteraciones en el humor o estado de ánimo.
Estos cambios pueden deberse ya sea por el propio consumo, o a consecuencia de su abstinencia, donde la persona sufre de irritabilidad, ansiedad, estrés e inquietud, pudiendo generar también un estado de depresión.