Cada vez son más las personas que se encuentran interesadas en la preservación de semillas, sobre todo aquellas que aportan propiedades medicinales para nuestro organismo. En el siguiente artículo, vamos a presentar algunos tips y recomendaciones, relacionadas con el control del clima, que permiten la producción y el almacenamiento de las mismas propuestas por expertos en la materia como dutch passion chile. Todo con el objetivo de obtener los mejores resultados posibles durante la práctica de esta labor, vamos a ello.
¿Qué factor cuidar con respecto a la producción y almacenamiento de las semillas medicinales?
Uno de los factores más elementales en cuanto a la producción y preservación de semillas medicinales es la manera en que se tratan. Principalmente en lo que respecta al almacenamiento, pues del mismo va a depender la viabilidad y calidad de las siguientes siembras.
Existen varias técnicas y métodos que se pueden aplicar para lograr los mejores resultados con respecto a esto, algunas de ellas modernas como el uso del deshumidificador cornwall electronics y otras ancestrales que, aún hoy, se colocan en práctica. Aunque ambas se encuentran bajo la accesibilidad económica de casi cualquier persona en realidad.
Ahora te vamos a presentar algunos consejos y recomendaciones prácticas para que logres sobrellevar de la mejor manera tu producción y almacenamiento de semillas medicinales.
Cosecha
Para iniciar, es fundamental que la cosecha de semillas se debe realizar con un clima seco, soleado y con poca humedad. En el caso de granos de mayor tamaño, como los de maíz o frijol, lo mejor es cosecharlos mientras la luna está en el cuarto menguante, así se evita el ataque de plagas. Además, en este momento el contenido de líquido es inferior en las semillas, siendo más simple secarlas para luego almacenarlas.
En el caso de los granos más pequeños como la quinua o el amaranto, lo ideal es retirar la planta por completo y que sea colgada boca abajo por unos días. De tal forma, la savia baja hacia las semillas, completa el periodo de maduración y fortalece el vigor germinativo.
Secado
El éxito de la producción y almacenamiento de semillas medicinales en gran parte recae sobre el secado de las mismas. Es necesario colocar las semillas a la sombra sobre un espacio fresco y seco.
Personal preparado en la materia indica que, al cosechar las semillas, éstas presentan un 15% de humedad, siendo necesario bajar este porcentaje, como mínimo, hasta un 5%.
En lugares donde el clima no es tan húmedo, esto es posible al colocar las semillas en bateas, sobre periódico, mantas o en costas de fibra vegetal.
Sin embargo, otra gran alternativa sobre la cual es posible secar las semillas de cualquier tipo es optar por la adquisición de deshumidificadores. Esto va a permitir evitar posibles pudriciones y germinaciones que aparezcan desapercibidas y que estén presentes en la humedad del aire.
Bajo ningún concepto se pueden dejar secar las semillas sobre el cemento y al sol de manera directa, pues de esta manera se calentará la semilla haciendo que el germen muera.
Almacenamiento
Ya cuando la semilla está seca, limpia y totalmente libre de parásitos, es posible almacenarlas con seguridad por largos periodos de tiempo. Lo más recomendable es que esto se haga en envases o recipientes de vidrio, pues llegan a presentar la ventaja de que se pueden observar y monitorear más fácilmente las semillas.
Otra alternativa tradicional es el almacenamiento sobre “fondes”, unas vasijas de barro que terminan en punto que se llegaban a enterrar de manera parcial sobre el suelo, haciendo posible que la semilla se preservará de una excelente forma. En la actualidad esto se sustituyó por los bidones, siendo posible dejar los mismos bidones de esta manera, pero cerrados herméticamente.