El siglo XXI, confronta uno de los problemas más alarmantes de la sociedad, nos referimos a la violencia de género. Esta situación la sentimos y sufrimos cada día con mayor frecuencia, se ha convertido en una de las formas más habituales de resolución de conflictos entre personas.
Este problema social afecta sistemáticamente a millones de personas en todos los ámbitos del planeta, independientemente de su país, raza, edad, género o clase social.
Es una forma oculta de agresión, que en muchos casos no puede ser percibido a simple vista, por lo que resulta difícil de comprobar, por ello, se ha incrementado. Para conocer más sobre el tema, te invitamos a seguir https://tuttopsicologia.com/, donde encontrarás mucha información de interés.
La mujer y la violencia psicológica de género
La violencia causa un terrible daño familiar, y la víctima en la mayoría de los casos es la mujer, quien resulta agredida de manera verbal y psicológica. Ante este panorama, se produce dentro del hogar, una inestabilidad moral y psíquica que afecta el comportamiento del género sumiso y le impide tener una vida plena, llena de expectativas, autoconciencia, deseos, normas y valores.
Entre las mujeres, existe una identidad de género subordinada, que está moldeada y reconocida por una larga historia de desigualdad sexual.
Histórica y socialmente, el hombre disfruta de mayores privilegios, mientras que la mujer se encuentra subordinada a este. El modelo dominante de masculinidad caracteriza a los hombres como personas más importantes: autónomas, fuertes, poderosas, proveedoras e imponentes.
Dominación emocional o psicológica
El abuso se manifiesta de distintas maneras, sexual, físico, psicológico o emocional. El dominador siente deseo o satisfacción al imponerse sobre otra persona, en este sentido la mujer por su debilidad física en relación con el hombre las ha estigmatizado y han sido señaladas como inferiores en diversas culturas.
Aunque siempre se ha considerado natural esta conducta, existe una marcada diferencia de géneros que se ha construido y nutrido social y culturalmente a través del tiempo. Así, el abuso emocional y psicológico es el resultado del control del comportamiento humano.
En este sentido, se presenta un dominio del otro, a partir de sus creencias y decisiones mediante intimidación, amenazas directas, manipulación, humillación, aislamiento o cualquier otro comportamiento que dañe la salud mental, autodeterminación y desarrollo de la persona.
Perfil psicológico de un dominador
El dominador presenta distintas características, por ello, no es fácil reconocerlo a simple vista, se hace cuesta arriba ver realmente cómo son y la violencia que ejercen. Su personalidad los lleva a camuflarse dentro de la sociedad, y solo pueden identificarse cuando ejercen el control de la persona.
Consecuencias de la violencia de género
El comportamiento violento en una relación puede tener un impacto negativo en la salud mental, incluido el estrés postraumático, la ansiedad, las fobias, la disfunción sexual y la depresión.
Otras consecuencias que puede ocasionar son, pérdida de la dignidad, sensación de inseguridad y confianza en sí mismo y en los demás, impotencia, desesperación, complejo de inferioridad, destrucción de la motivación y aislamiento.