Los incas fueron la última de las grandes civilizaciones precolombinas en ceder su imperio ante la conquista española, lo que la enriqueció culturalmente en gran medida y la hace tener una serie de características distintivas del resto de las civilizaciones, que al mismo tiempo la influenciaron.
Manifestaciones artísticas, religiosas y arquitectónicas, economía, organización social y avances, son parte los aspectos con características distintivas en la desaparecida civilización inca, sin embargo actualmente, algunas costumbres y tradiciones prevalecen en algunos países que fueron parte de su territorio incaico.
Incas, una civilización legendaria
Los incas o quechuas fueron una civilización de origen indígena cuya sociedad y cultura la hacen ser considerada una de las más avanzadas y grandes en la época de la América precolombina.
Su origen es parte de la migración de Asia y Australia establecida en la cordillera andina peruana, y data del siglo XIII hasta la llegada de los colonizadores en el siglo XVI.
Vivieron en un amplio territorio, dividido política y territorialmente para ser administrado y controlado con eficiencia. El imperio inca inició en Cuzco aproximadamente en el año 1200 d.C, reorganizando el estado y expandiendo el territorio por regiones hasta 1525 d.C., llegando a Pasto, Colombia, los incas se volvieron conquistadores.
Los incas tuvieron gran reconocimiento en la época precolombina de América, ubicándose en el actual territorio peruano, y expandida a Chile, Ecuador, Bolivia, Argentina y llegando a Colombia, siendo menguados por la colonización europea.
La organización política y social de los incas, sumadas a su economía y su arte, han mantenido el interés en ella a lo largo de los años. Los yacimientos arqueológicos en los Andes son muestra de la majestuosidad e ingenio arquitectónico y artístico.
Deidades, las creencias del último imperio
Los incas eran politeístas, centraban su creencia en el Inti, el Dios Sol como deidad principal; Pachamama, diosa de la Tierra, Quilla era la diosa del agua e Illapu, el dios del rayo; además tenían una fuerte creencia mitología.
Los mandatos incas eran no mentir y no robar, se creía que para disfrutar del paso sagrado a la nueva vida en el paraíso cuando morían, debían haber cumplido con estos sin faltarle ni una sola vez. Los gobernantes fallecidos eran momificados y conservados en templos para ser honrados.
Aunque no era común, los incas realizaban sacrificios humanos, por lo general niños por su pureza e inocencia, eran ofrendados a sus dioses, especialmente a Inti, ante amenazas naturales como terremotos, tempestades o alteraciones del cosmo.
Para los incas el mundo no era solo uno, sino tres que se conectaban entre ellos: El mundo superior o Hanan Pacha, el Mundo medio o Kay Pacha. y el Mundo Inferior o Uku Pacha.
Una civilización organizada
Los incas tenían un gobierno centralizado, un soberano llamado Inca que ostentaba poder sagrado, se creía que era elegido por los designios divinos según sus capacidades físicas y morales, se consideraba descendiente directo del dios del sol.
Del Inca dependían los sacerdotes y demás miembros de la clase dirigente, a estos les seguían los nobles, las autoridades locales y el pueblo, este último estaba formado por artesanos, campesinos, pescadores y pastores; grupos de familias denominados ayllu, que custodiaban y laboraban las tierras.
La estructura social era jerárquica y elitista, cerrada, basada en estratos sociales marcados.
Agricultura, base de una economía próspera
La economía inca tuvo como base la labor agrícola, la ganadería y el comercio; las técnicas agrícolas eran avanzadas al igual que sus sistemas de riego, aprovechando al máximo las extensiones de tierra y el agua con la que contaban, las mismas eran trabajadas de forma colectiva, y consideradas como propiedad comunal.
Maíz, frijoles, legumbres, yuca, papas, coca, zapallos, quínoa, tabaco y algodón eran los cultivos más sembrados en las tierras de los incas, en la ganadería destacaron con la cría y producción de llamas y alpacas.
El comercio era llevado de forma exitosa gracias a las distintas rutas de acceso de los territorios incas; productos agrícolas, artesanías, pescados, piedras preciosas, conchas marinas, era parte de lo que se comercializaba a través del territorio inca.
La economía estaba basada en un sistema recíproco de trabajo y pago, las personas labraban la tierra, o practicaban la ganadería a cambio de obtener los productos de su dieta, los animales y vegetales que producían.
Arquitectura y arte, la expresión de un imperio
Los templos, complejos y palacios eran las maravillas arquitectónicas creadas por los incas; construcciones caracterizadas por su precisa simetría y su prolija sencillez. Machu Picchu, las pirámides truncadas y las ciudadelas son un excelente ejemplo de ello. Los edificios monumentales hechos por los incas tenían fines administrativos y religiosos.
La arquitectura inca mantenía la estética sobria, las pirámides destacaban por su trunca estructura, sin terminación en punta; las viviendas utilizaban ladrillos de adobe o de piedras y los techos eran de paja.
Para las construcciones se utilizaban rocas grandes y medianas lijadas, que eran apiladas de forma estable unas sobre las otras; las obras eran simples y austeras. El territorio incaico fue demarcado por caminos creados por los incas, siendo un reflejo más de su ingenio arquitectónico.
La escultura de la civilización inca honraba la religión, a través de sus, al igual que las figuras humanas y de los animales más comunes como las llamas. La pintura se volcó hacia los murales y mantos con patrones geométricos que adornaban las cerámicas.
Los metales fueron también trabajados por los incas, en especial para realizar objetos funcionales para el trabajo agrícola, utensilios para el hogar y adornos.
Indumentaria Inca
Los incas vestían Acsu, unas túnicas de distintos colores de tela gruesa para soportar las bajas temperaturas, las lliclla unas mantillas eran puestas como sobretodos y cubrían sus cabezas con sukkupa o ñañaca, unos sombreros para cubrirse del frío y el sol. Los atavíos eran muy adornados con plumas de aves
Para elaborar sus ropas usaban telares para extender el algodón y lana, además de fabricarlas para su uso personal, las comercializaban, siendo parte de su economía interna.