El pueblo tolteca fue una civilización precolombina y mesoamericana, que se desarrolló entre los siglos X y XII, su gran poder militar y su ímpetu la convirtieron una de las sociedades antiguas con mayor rapidez en expandirse y modernizarse.
Los toltecas, resaltaron en la historia mexicana y de América por sus logros y características siendo considerados maestros constructores, en particular sus avances en arquitectura y artesanía así como su religión influyeron en otros pueblos indígenas mesoamericanos, con autoridad y respeto.
Una civilización influyente que se topó con la evolución
La civilización tolteca inició aproximadamente en el año 960 d. C. y se extendió hasta el año 1200 d. C., durante este tiempo las civilizaciones evolucionaron hacia el modernismo con mucha rapidez, abarcando distintos aspectos.
Los toltecas ocuparon el norte de México durante los siglos X al XII, eran parte de las poblaciones precolombinas mesoamericanas del pueblo náhuatl. Entre los años 900 y 1200 d.C. los toltecas tuvieron una enorme influencia sobre la civilización maya.
En sus inicios la civilización era nómada, pero logró volverse sedentario y asentarse, sus amplias fronteras los ayudaron a hacerlo sin perder territorios ni poder.
Las creencias toltecas, un mundo de mitología
La religión de los toltecas era politeísta, sus dioses eran Quetzalcóatl el dios de la vida y la sabiduría; Xipe Tótec el dios de los trabajadores de oro; Xochiquetzal, diosa del amor; la belleza y las artes; Mixcóatl, el dios de la guerra y la cacería; Tláloc dios de la lluvia; Centéotl dios del maíz, Itztlacoliuhqui el dios de los objetos punzantes y Tezcatlipoca el dios del cielo y la tierra. Rendían honores a sus dioses y los veneraban, realizando sacrificios humanos en su honor.
La mitología tolteca venía adaptada de la influencia de otras civilizaciones; ellos eran cuidadosos al realizar sus rituales y mantenerlos en secreto.
Orden sociopolítico de los toltecas
Los toltecas eran una civilización monárquica de tendencia militar; los monarcas toltecas eran conocidos con el nombre de tlahtoques y sus cargos eran vitalicios con poder absoluto.
Para los toltecas la guerra era la prioridad; y los funcionarios y los sacerdotes junto a los jerarcas se encargaban de conducir el sistema, así como de determinar el calendario y los rituales.
La clase trabajadora o servil, estaba integrada por artesanos, agricultores, carpinteros, tejedores, pintores, lapidarios y albañiles; los esclavos estaban al final de las clases sociales y no eran considerados parte de ellas.
En el imperio tolteca el poder militar o casta militar era exclusivo de la tribu, encargada de guerrear y conquistar los territorios vecinos.
La política y la religión estaban ampliamente vinculadas; los sacerdotes y jefes militares eran parte de la política y se responsabilizaban administrar las comunidades con estricto control.
Economía tolteca, un aspecto con múltiples actividades
La economía de los toltecas se basaba en la agricultura, artesanías, el autoabastecimiento y el abastecimiento a través de guerras contra otras culturas vecinas para adueñarse de lo que necesitaban.
La agricultura se desarrollaba en grandes campos, con sistemas de riego complejos de canales. Los productos agrícolas cultivados eran principalmente el maíz, los frijoles y el amaranto.
Como parte de la economía también se daba la explotación y comercialización de piedras y metales preciosos, igualmente el sistema de recaudación de impuestos dejaba a las clases altas grandes ingresos.
Para apoderarse de otros productos que les eran necesarios, los toltecas acudían al comercio y a la guerra con civilizaciones vecinas.
Artes y arquitectura, expresiones de máxima grandeza de los toltecas
Esta civilización tuvo fama por sus grandes habilidades en la artesanía, introdujeron estándares avanzados en la alfarería y se consideraron expertos metalúrgicos, trabajando los metales, especialmente el oro y las piedras preciosas en las que destacan las obsidianas.
Otra de las manifestaciones artísticas de los toltecas era el tallado en madera y piedra, la cerámica, la pintura y los murales, daban vida a la imaginación que generalmente representaban deidades, y la naturaleza.
Por ser una civilización de guerreros, la elaboración de armas era parte de sus artesanías, realizaban objetos cortantes, penetrantes y punzantes de distintos tamaños y formas, algunos eran alargados y otros cortos y curvados.
La civilización tolteca introdujo las columnas a la arquitectura mesoamericana precolombina, buscaban darle soporte a los techos, usaron para ello las formas humanas o de serpiente emplumadas, otro avance de los toltecas fue la mejora de los frisos.
Las edificaciones de una planta estaban hechas con tierra, piedras y acabados de adobe con techos planos de paja.
En la actualidad prevalecen muestras como “los guerreros de piedra o atlantes” en la ciudad de Tula, y las representaciones del dios Quetzalcóatl en el Chichen Itzá.
Apariencia distintiva, vestuario tolteca
La vestimenta de los toltecas sigue siendo observable en las esculturas, monumentos y estatuas que han sobrevivido en el tiempo; como en las otras civilizaciones los más poderosos o de clases altas ostentaban vestimentas más elegantes y adornadas.
Los jerarcas en las tribus usaban cinturones, una capa llamada tilmatli, faldilla a la que llamaban cueitl y ichcahuipilli. Las esposas de los jefes usaban un vestido rectangular llamado quexquémitl, tanto hombres como mujeres cubrían sus pies con calzados resistentes; mientras que las integrantes de la clase baja usaban taparrabos y enredos, andando descalzos.
En las guerras para difundir su culto a su dios Quetzalcóatl en todo el imperio e imperios cercanos, los toltecas que iban a combates vestían placas en el pecho, también llevaban un escudo pequeño en uno de sus brazos, sumados a sus vestimentas.
La desaparición de los toltecas sigue siendo un misterio, los expertos historiadores presumen que por ser un pueblo aguerrido, sanguinario y violento, fueron emboscados, saqueados e incendiados en represalia por las demás tribus alrededor del 1150 d.C., otra teoría con gran fuerza es su autodestrucción en guerras civiles internas por el poder.
Lo cierto es que los toltecas fueron una civilización con un gran legado a la contemporaneidad, en especial en la arquitectura, la agricultura y riego así como en la artesanía alfarera.