Es muy complejo visitar la ciudad de Madrid y no curiosear en cada uno de sus rincones. La estación de Atocha es uno de ellos, tan importante como el hecho de que es la entrada y la salida a diferentes lugares. Todo un espacio de encuentro entre las idas y venidas, tanto de locales como de los viajeros.
En pocas palabras, todos y todas quedamos fascinados con el majestuoso aire que presenta, así como el trasiego sin pausa que se deja observar sobre sus andenes.
Atocha no es una estación más de Europa, comenzando por su jardín interior, mismo que roba las miradas de todos, aunque ya falta poco para que pierdas el tren. Es todo un templo ferroviario repleto de historia y de curiosidades que muy pocos llegan a apreciar, incluso con el transporte con conductor VTC en Madrid. Pero no te preocupes, en este artículo vamos a conocer mucho más sobre ellos.
Atocha no siempre fue Atocha
En el momento en que se inauguró esta estación tuvo por nombre “Mediodía”, aunque también se le conocía por “Estación del Sur”. Sobre la misma glorieta, el majestuoso hotel Mediodía nos hacía recordar los comienzos de la puerta de Madrid. Además, en el popular juego de Monopoly, aún lleva este nombre.
Pero, ¿Por qué comenzó a llamarse Atocha? Existen ciertas dudas sobre el origen de este nombre, pero se tiene la creencia de que proviene de la planta atocha, conocida también como esparto.
Según diversas fuentes, tal teoría está basada en que “un cambio lleno de espartos y atochas, cañizares y olivares eran los que llevaban hacia el santuario de Atocha”. Según se dice: “donde se halla una puerta por la cual ingresan a la ciudad carros repletos de espartos con los que artesanos de Madrid hacían cestas, canastos, papel y cuerdas.”
Su impresionante fachada
La popular estación de Atocha presenta una fachada construida en diagonal, tomando como referencia la glorieta de Carlos V, haciendo que el acceso principal de la misma quede a un lado de la propia estación.
Pero, ¿Cuál es el motivo por el que esta se encuentra torcida? Es sencilla la respuesta a esto. Básicamente, porque los trenes no tenían la capacidad de girar en torno a la plaza, razón por la cual, la estación simplemente se tuvo que adaptar a sus vías. Esto también permitiría explicar el por qué Atocha se encuentra por debajo del nivel de la calle, pues los trenes no podían subir tales pendientes con un recorrido tan corto.
Sin embargo, las obras que comprometen a su remodelación van a convertir a la marquesina histórica en una de las entradas principales de la estación.
Un invernadero tropical
Este es uno de los enfoques principales para los amantes de la naturaleza y quienes se hacen llamar “instagramers”, pero es que a cualquiera le encantaría hacer una foto desde la planta superior.
Pero es casi seguro que no sabías que esta estación presenta todo un ecosistema sumamente diverso y complejo que está conformado por más de 7000 plantas de diferentes especies. No obstante, sus principales inquilinos ya desde hace mucho tiempo que se mudaron.
Las tortugas de Atocha
A pesar de que a la gran mayoría de las personas les fascinaba pasar el tiempo mirando cómo nadaban y tomaban el sol estos animales, las tortugas de Atocha tuvieron que buscar un hogar nuevo.
La población existente de estos animales viene creciendo de manera desmedida debido a que las mismas personas comenzaron a abandonar a sus mascotas en estos jardines. Dada esta situación, las tortugas tuvieron que ser trasladadas hacia el Centro de Fauna José Peña.
Los bebés custodios
Realmente los bebés solamente tienen la cabeza en realidad. Estamos hablando de “Día” y “Noche”, un par de gigantescas esculturas elaboradas por el artista plástico Antonio López. La primera de ellas presenta unos grandes ojos abiertos, mientras que la segunda los mantiene cerrados. Ambas piezas presentan una altura de más de tres metros, y simbolizan el aprecio del escultor hacia su nieta y la capital española.