Una mochila perfectamente adaptada a la tarea y un teléfono móvil estratégicamente posicionado eran las herramientas que un colombiano de 53 años utilizaba para grabar imágenes de las partes privadas de las mujeres en Madrid, sin que sus objetivos se dieran cuenta de lo que estaba haciendo. Realizó las grabaciones subrepticias en lugares públicos como el Metro, la red de trenes de Cercanías y los supermercados, para luego subirlas a un sitio web pornográfico.
La Policía Nacional de España calcula que en los últimos años ha logrado registrar a 555 mujeres, algunas de ellas menores de edad. Si pudiera, también grabaría sus caras. El hombre, que ahora ha sido arrestado por las autoridades, grababa las faldas o los vestidos de sus objetivos mediante una técnica conocida como «upskirting». Los investigadores descubrieron que el individuo publicó su primer video en julio de 2018, pero no han descartado que pudiera haber estado haciendo lo mismo anteriormente usando otro método o a través de otro sitio web.
Desde el año pasado, ha publicado 283 vídeos en los que se ven las 555 víctimas, todas mujeres. El análisis de los videos determinó que había repetido y perfeccionado su enfoque. Había creado un perfil que contaba con 3.519 suscriptores, 84.594 visitas y un total de 1.367.999 visitas a sus puestos, según fuentes policiales.
El detenido vivía en el distrito de Usera, en el sur de la capital española, y trabajaba en un almacén en el municipio de Pinto. Aprovechó sus viajes en transporte público para grabar a todas las mujeres que pudo, y también utilizó su tiempo libre para producir los videos. El hombre vivía solo. El jefe de policía encargado de las investigaciones relacionadas con la tecnología, Roberto Fernández, explicó que el hombre tenía una «apariencia normal» y una vida tranquila, que no había despertado sospechas sobre sus actividades ilícitas.
El hombre editaba las imágenes, las ponía en música e incluso añadía efectos de cámara lenta cuando aparecían las partes privadas o los rostros de las mujeres.
La policía ha desmantelado horas y horas de grabaciones hechas por el individuo, y ahora está analizando las imágenes. El hombre editaba las imágenes, las ponía en música e incluso añadía efectos de cámara lenta cuando aparecían las partes privadas o los rostros de las mujeres, según el inspector jefe.
Su modus operandi consistía en colocar la mochila con el móvil justo debajo de su objetivo. El teléfono estaba dentro de un bolsillo lateral con pasamontañas, para que pudiera sobresalir un poco. Todo estaba sellado con cinta adhesiva y una cremallera para que no se pudiera ver desde el exterior. Las mujeres a las que más se dirigía eran las que llevaban minifaldas o vestidos cortos. No hizo diferencias en cuanto a la edad o a la nacionalidad. Entre las víctimas había dos menores.
«Las mujeres nunca se dieron cuenta de que las estaba filmando», explicó Fernández. «A lo sumo les molestaba tener la mochila tan cerca de ellos y se alejaban», continuó, añadiendo que el hombre grababa «todos los días de manera compulsiva». «Tenía cada vez más experiencia, lo que le permitió ganar confianza y tomar más y más riesgos», añadió el jefe de policía.
Los agentes descubrieron tres discos duros y una computadora portátil en su casa, que contenía docenas de gigabytes de videos de sus víctimas.
La policía siguió el rastro del hombre durante varias semanas antes de identificarlo y descubrir dónde vivía y trabajaba. Las autoridades también han estado en contacto con posibles víctimas, que han presentado denuncias contra el presunto culpable, que ahora se enfrentará a cargos por violación de la intimidad, así como por abuso, prostitución y corrupción de menores, tras haber registrado a dos adolescentes.
«No hemos encontrado ninguna intención de lucro detrás de estas grabaciones», explicó Fernández. «Estaba motivado por su lujuria sexual.» El hombre no tiene antecedentes penales.
Los investigadores fueron puestos en la pista del hombre después de que se enteraron de los videos grabados en Madrid en un sitio web pornográfico con más de 20 millones de seguidores en todo el mundo. La policía arrestó al hombre mientras grababa la falda de una mujer.
El sospechoso confirmó a la policía que él era el autor de los videos, y fue detenido mientras usaba la mochila negra con el teléfono celular. Los agentes descubrieron tres discos duros y una computadora portátil en su casa, que contenía docenas de gigabytes de videos de sus víctimas.
Hasta ahora, los investigadores han logrado identificar a 29 de las mujeres registradas en sólo cinco días. El juez encargado del caso ha ordenado que el sospechoso sea detenido sin fianza.