Por muchos años, los productos elaborados en España parecían quedarse cortos (en cuanto a calidad se refiere) si se les comparaba con los que importábamos de economías vecinas como Francia, Alemania o el Reino Unido. Con el pasar del tiempo, este fenómeno estaría cambiando.
Actualmente, aunque muchas personas sigan prefiriendo lo “extranjero”, cada vez más personas deciden comprar productos con sello de origen español debido a la necesidad de ahorrar durante la crisis del coronavirus. Pero, ¿podrían ser una herramienta para mitigar los gastos sin disminuir nuestra calidad de consumo?
Productos de origen en España
En los últimos años nuestro país se ha enfocado en potenciar la producción nacional, algo que no solo nace con la creación de productos dentro del territorio, sino también con el desarrollo de estrategias para potenciar la imagen de la producción nacional.
Estos no solo tienen un precio más bajo que la competencia, sino que además son ideales para la exportación.
Los productos de origen local también son ideales para las cadenas de servicios que necesitan grandes cantidades a un bajo costo. Podremos encontrarnos con estos tanto al consumir las patatas que encontramos en cadenas de hostelería, como al comprar las prendas de vestir que se comercializan en algunas tiendas minoristas.
Cadenas que los favorecen
Ya que los productos locales son muy populares entre los españoles gracias a los precios de descuento, muchas cadenas de supermercados han comenzado a optar por incluir este tipo de oferta en sus estanterías. Bricomart, Carrefour, Aldo o Costco, son algunos ejemplos de esto.
Sin embargo, una cadena que se ha beneficiado mucho de la producción local, a pesar de no ser española, es Lidl, que desde ha enfocado su estrategia de precios bajos en los productos de origen nacional. A través de Lidl Online no solo encontramos frutas, verduras y carnes frescas a precio de descuento, sino también golosinas, juguetes e incluso prendas de vestir.
Una opción para el ahorro
Quienes opten por opciones locales también encontrarán un beneficio en el ahorro, ya que un producto de origen local suele ser más económico que uno importado. En el caso de España, donde existen miles de comunidades productoras con cientos de cadenas que distribuyen sus bienes, estos son una opción ideal para gastar menos.
Mientras que las proteínas, verduras y hortalizas puedan ser difíciles de comprar si tienes las finanzas apretadas, sus contrapartes españolas suelen tener un precio hasta 20% menor. Si estos productores se encuentran aliados a alguna cadena de importancia, es posible ahorrarse un par de euros en cada compra.
Los productos con denominación de origen nacional son un patrimonio pero también una oportunidad para llenar la alacena, renovar el armario e incluso actualizar nuestros equipos electrónicos a un precio menor. Saber sacarles provecho es importante para aquellas personas que se enfrentan a la crisis con un presupuesto apretado.