Desde que Hearthstone pro Chung «Blitzchung» Ng Wai fue suspendido durante un año por Blizzard después de hacer una declaración de apoyo a Hong Kong a principios de esta semana, el tema de la política durante las corrientes de esports ha sido un tema candente. El director del estudio de Fortnite Epic Games, por ejemplo, dijo que apoya el derecho de los jugadores a hablar sobre política y derechos humanos. Ahora, sin embargo, Riot ha adoptado el enfoque opuesto.
En una declaración en Twitter, el desarrollador y editor de League of Legends dijo que a los jugadores profesionales y comentaristas se les ha dicho que se guarden sus pensamientos políticos para sí mismos durante las transmisiones oficiales.
«Servimos a aficionados de muchos países y culturas diferentes, y creemos que esta oportunidad viene con la responsabilidad de mantener separados los puntos de vista personales sobre temas delicados (políticos, religiosos y de otro tipo)», escribió el director mundial de esports, John Needham, de Riot. «Estos temas son a menudo increíblemente matizados, requieren un profundo entendimiento y una buena disposición para escuchar, y no pueden ser representados equitativamente en el foro que nuestra transmisión proporciona. Por lo tanto, hemos recordado a nuestros lanzadores y jugadores profesionales que se abstengan de discutir cualquiera de estos temas en el aire».
Y añadió que Riot tiene fans en lugares volátiles como Hong Kong, y como resultado, «tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para asegurar que las declaraciones o acciones en nuestras plataformas oficiales (intencionadas o no) no escalen situaciones potencialmente delicadas». Al decirle a la gente que se quede callada acerca de la política, Needham dijo que Riot espera que League of Legends pueda ser «una fuerza positiva que una a la gente, sin importar en qué parte del mundo se encuentren».
En 2015, Riot era propiedad de la mega-compañía china Tencent, que también es propietaria de partes de muchas otras compañías de videojuegos, incluyendo Epic y Blizzard.
En este caso, Riot tiene la clara intención de permanecer neutral, pero como Joshua Rivera, de Kotaku, escribió a principios de esta semana, los videojuegos no son neutrales, y el furor que rodea al fiasco de Blizzard en Hong Kong -que ha llevado a numerosos jugadores, comentaristas y aficionados a protestar- es prueba de ello. Al tomar esta decisión, Riot está eligiendo un bando y, a través de su influencia global, contribuye a un statu quo opresivo y perjudicial, aunque crea que se queda al margen.